El aceite de coco se extrae del prensado de la pulpa de los cocos nucífera, bajo primera presión en frío. Es un aceite vegetal que no se oxida al calentarlo, se solidifica por debajo de los 24ºC, y es líquido a mayor temperatura.
Tiene el contenido de grasa saturada más alto de cualquier otro aceite comestible. Debido a su sabor y consistencia, el aceite de coco es un ingrediente valioso para cocinar recetas saladas y dulces.